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¿Cumple este blog con la ley de Zipf?

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viernes, 29 de septiembre de 2017

¿Te atreves a cruzar la linea roja?





Cruzar las líneas rojas que significa
La línea roja
Lo que ahora se conoce como «lineas rojas» han existido desde siempre, es decir, aquellos límites, aquellas fronteras que conviene no atravesar, que conviene no atravesar por las consecuencias peligrosas que pueden ocasionar. 

Por ejemplo, el río Rubicón --del que ya hemos hablado-- hoy sería una linea roja. 

Pero la expresión «linea roja» tampoco es muy reciente. Se remonta a principios del siglo XX, concretamente a 1928 en lo que se conoció como el Tratado de la Linea Roja. En este tratado las potencias del momento (EE.UU., el Reino Unido y ...) se repartieron el territorio donde estaban los mayores yacimientos de petroleo, la nueva energía que estaba empezando a revolucionar la industria, ─y que nos ha traído la situación medioambiental actual─. Cuentan que en un momento dado de la discusión, Gulbenkian --apodado míster 5 %, por la comisión que cobraba-- dibujo sobre un mapa las fronteras del imperio otomano antes de la primera guerra mundial de memora con un lápiz rojo, estableciendo el territorio que quedaba en exclusiva para la explotación petrolífera de las grandes compañías petroleras. Realizar prospecciones dentro de ese territorio suponía cruzar la linea roja y enfrentarse al poder de esas grandes compañías. Fue afortunado, porque el rojo se asocia al peligro, atravesar esa linea roja conlleva pues peligro. 

Repartirse el mundo trazando lineas en un mapa es algo también antiguo, quizás los primeros fuimos los Íberos con el tratado de Tordesillas mediante el cual los Reyes Católicos se repartieron el Mundo con los portugueses. 

Mucho después,  Metternich, en el Congreso de Viena (1814)  delineo el nuevo mapa de Europa, después de haberse cargado a Napoleón y sus ideas liberales en contra del Antiguo Régimen. 

Pero todo límite está establecido por alguien, no deja de ser un ente artificial. Y no deja tampoco de ser una invitación a cruzarlo, tan solo los límites pueden ser atrevesados, si no hay límite no se puede cruzar.
Curiosamente la etimología de límite está en el latín limes (el borde , la frontera)  y todos sabemos desde entonces que cruzar los limes del civilizado imperio romano significaba enfrentarse a los bárbaros. 

domingo, 3 de septiembre de 2017

¿O César o nada? La elección.

Los días y las frases: La elección: o César o nada. Qué significa y su origen O César o nada
Que la historia se repite ya lo hemos dicho, repetidamente --valga la redundancia--. La filosofía de la historia no deja de tratar sobre eso...

La otra cuestión es el del entrelazamiento, esa trama que va cubriendo el acontecer histórico y también del conocimiento, la symploké de Platón.

O César o nada,  AUT CÆSAR AUT NIHIL, era el lema de Césare Borgia -- con su nombre italianizado porque esa valenciano--; lema gravado en su espada; señal inequívoca de sus intenciones y más siendo Papa.

Fue uno de los modelos que inspiraron inicialmente a Maquiavelo para su Príncipe --el capaz de conquistar con su audacia cualquier territorio enemigo-- aunque acabó defraudándole. La antropología maquiaveliana sostiene que el hombre es incapaz de cambiar y por eso, siempre acaba fracasando... por no saber adaptarse a los nuevos tiempos.

Pero el lema no era suyo, sino de otro de los grandes de la historia, Julio César; quien, cuando cruzó el río Rubicón desafiando la República Romana, no obligó a sus legiones a acompañarle y dándoles a elegir...su respuesta fue unánime "o césar o nada"; es decir, o la máxima gloria, la victoria o el rotundo fracaso. No conformarse con medianías, aspirar a lo máximo, sin importar el perderlo todo y quedarte en nada, algo parecido al quemar las naves de otro de los grandes. Atreverse a superar el reto sin temor a las consecuencias en busca del objetivo máximo, no temer conseguirlo, no verse capaz, conformarse con un calculo: es lo que ahora algunos coach llaman superar las creencias limitantes.